Cambia el aceite y los filtros regularmente:
El aceite mantiene lubricadas las partes del motor y evita el desgaste prematuro. Cambiar el aceite según las recomendaciones del fabricante (cada 5,000 a 10,000 km, dependiendo del tipo de aceite) es clave para evitar daños graves al motor. Acompaña esto con el reemplazo del filtro de aceite.
Revisa los niveles de líquidos:
Líquido de frenos: Asegúrate de que esté dentro del nivel indicado para un frenado seguro.Refrigerante: Mantiene el motor a la temperatura adecuada. Revisa si hay fugas en el sistema de enfriamiento.Dirección hidráulica: Un nivel bajo puede dificultar el manejo.
Inspecciona los neumáticos regularmente:
Verifica la presión al menos una vez al mes. Una presión incorrecta puede aumentar el consumo de combustible y desgastar los neumáticos más rápido.Revisa el estado de la banda de rodadura y el balanceo de las ruedas.
Sustituye los filtros:
Filtro de aire: Un filtro limpio mejora el rendimiento del motor y reduce el consumo de combustible.Filtro de combustible: Previene que partículas contaminantes lleguen al motor.
Programa una revisión completa periódica:
Visitar a un mecánico profesional para inspecciones regulares puede prevenir averías mayores.